1 de marzo de 2007

EL GRITO...


Soy un hombre de buena fe, mi tristeza sea bien recibida si sirve para el bien de otros. Acepto mi papel en esta vida, no me quedan opciones, y en realidad tengo muchas.
Yo creía poder solucionarlo todo, creía sentir no necesitar a nadie, y sentir la necesidad de que los demás siempre me necesitasen y así siempre a sido.
Como una piedra dura, una roca maciza aguanté todo el tirón de mi vida en solitario, mientras acudía corriendo a socorrer a la gente que me rodea.
Falsa es la vida, y falsa es la amistad, pero doy fe de mi ser fiel a mi mismo y a los que pensaba que me querían y a los muy pocos que se que aun me quieren....
La historia de un hombre puede cambiar en un solo minuto, una sola noche sin dormir y un solo pensamiento...
Y la vida sigue, y yo en ella buscando un paradero seguro para mis nostalgias, mis recuerdos, y mi presente. Un lugar llamado Felicidad que tantas y tantas definiciones tiene.
Soy un paraíso desolado, un muñeco de madera, y sigo aquí de pie, porque está esa chispa que siempre queda y nunca se apaga pese a que muchas veces he intentado soplar para apagarla del todo.
Nadie dijo que fuese fácil, y nadie me aviso de que sería sencillo... Todo me lo encontré de forma repentina, y en el acto tuve que tomar mis decisiones.
Me he equivocado de vida, de decisiones, de elecciones, de amigos, pero así lo he elegido, siendo inocente y poco sabio, y el tiempo pone a cada uno en el lugar donde le corresponde.
Si eso es así... espero que en un futuro me ponga en un lugar lleno de colores... de aventuras... de nuevas decisiones... y saber con certeza que ya no estaré solo para afrontarlo...

Gracias...
Andrés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto, el tiempo acaba colocando a cada cual en el peldaño que le corresponde...Que encuentres pronto ese lugar de colores.
Un beso, guapetón.

Anónimo dijo...

Tu nunca estarás solo; solo eso......

Un beso