2 de octubre de 2010

UN DIA MÁS EN ESTE MUNDO

Hay días en los que el mundo se me atraviesa, me paraliza y diluye todas las formas de amanecer tranquilo, hay días que me pasa todo lo contrario, fluyo como los ríos nada más salir de las montañas.


Lo bueno de ser tan imperfecto es justamente eso, que unos días caminas más ligero y otros días caminas con más pesadez. No me ofuscan las dudas, me alegra tenerlas, son como un bálsamo, preguntas que necesariamente necesitan una respuesta, más pronta o más tardía. La tristeza es un sentimiento que puede aportarnos más incluso que la propia alegría, no dejan de ser retos para nuestros sentimientos y nuestras vidas.


Afrontamos todo tipo de sentimientos, pero a veces siento que la gente actúa de forma autómata ante ellos en vez de liberarse y entregarse a su propio interior.


Me gusta ver que yo he aprendido no solo a valorar si no a sentir y escupir todo aquello que me entristece, me hace dudar, me alegra descomunalmente o simplemente altera mi ser. Creo que de eso se trata la vida, de aprender día tras día de uno mismo, de los demás y de lo que a uno le rodea.


Aun me sorprende ver lo diferentes que somos los unos de los otros, cuantas cosas de nuestro ser nos diferencian, cuantas cosas podemos aprender de los demás para ser mejores personas, cuantas inquietudes y sentimientos no somos capaces de comprender a veces. Somos humanos, somos diferentes y en eso radica lo maravilloso de vivir en un mundo podrido pero lleno de vida en su interior...


Mundoyas.

2 comentarios:

wannea dijo...

cuanta razón, pero sin esa diversidad de gente, de opiniones, de gustos y de preferencias la vida no sería lo mismo, habría dejado de tener encanto :)

bessos!

Elly dijo...

Has vuelto!!

Ciertamente, la tristeza es algo tan necesario como la misma alegría. Cualquiera de los dos estados sin el otro, sería demasiado aburrido.

Tienes razón. Está bien ser imperfecto.

Un saludo!!