El personaje ese de la tele, ese tan famoso, salió de mi pantalla plana, me saludó con un gesto afable quitándose el sombrero y salió pitando por la puerta principal.
Así cualquiera desayuna por las mañanas, si las tostadas están de reunión de trabajo y llevan corbata.
-¿Y la mantequilla?
- No nos molestes hombre de dios, estamos acabando de negociar un importante... un importante... bueno, algo importante, no molestes.
Mi pijama es transparente y tengo las ventanas abiertas de par en par, me siento observado por mis vecinos de enfrente, hasta me da gustirrinin y todo.
Es momento de volver a la cama, creo que mejor no voy a comenzar el día, las sabanas y la manta me llaman por mi nombre como sirenas en el mar. Acabo cayendo a su tentación y me abrazan, ya jamás podré salir...
Doy fe, tengo fiebre...
1 comentario:
Y lo que he disfrutado con tan corto relato...
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