18 de marzo de 2014

Imparcialidad...

Imparcialidad es un término que en nuestra sociedad de hoy es tan inexistente como podría ser la existencia de un mesías. En todos los ámbitos de la vida cotidiana marcamos y le damos una etiqueta a todo. Sobre una misma cosa, hay cientos de visiones diferentes, nosotros nos encargamos de etiquetarlas y situarlas en la parte buena, en la parte mala o en otra parte si hace falta. No me refiero a lo que todo el mundo sabe, medios de comunicación, noticias, Internet y demás, ya doy por hecho que todos sabemos que esa es la base por la cual ninguno de nosotros es imparcial en nuestra vida cotidiana, lo tenemos asumido de forma inconsciente. Que imparcialidad decide por ejemplo el precio de las cosas, que una casa ordenada es un buen lugar para vivir, o que un indigente (así es como lo etiquetamos) no sea parte de lo normal por el hecho de vivir en la calle, aunque lo más común sería tirar de recuerdos, trasladarse al patio del colegio y recordar cuando formábamos equipos de fútbol, como escogíamos a nuestros aliados para el partido. Es solo una reflexión, pero pienso que la imparcialidad está muy ligada al azar, y solo hay una cosa que no la ha variado y la ha mantenido siempre viva, la naturaleza, esa que nosotros perdimos (naturaleza humana) hace ya unos cuantos siglos y de la cual nadie puede controlar y puede decidir sobre ella. Deberíamos aprender de la naturaleza, es lo único imparcial que nos queda.

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