No hay un rey roto, ni dolido, ni vencido. Yo soy el Rey indomable, el capricho de los vientos. Amenazante siempre con alegrarte el día y llevarte a los paraísos de los recuerdos buenos. Vengo del mar cubierto de esencias, buscando leyendas, abriendo caminos. Mi espada de madera curtida y mi corona de corcho esbozan brillo ante tu presencia, lector impaciente de aventuras. Yo, Rey de mi mundo tengo fe en vosotros, vosotros hacéis de mi reino un lugar mejor. Voy a surcar y conquistar sueños nuevos, los que nadie a visto aún, aprender por el camino, llevar mi escudo bien alto, atravesar corazones de rencor y besar corazones nobles, saltar muros de inconsciencia, saborear tu palabra y tu arte, hacer el amor a la mentes.
y es que... yo...
Soy el Rey indomable
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