En cierta ocasión el silencio era un alivio sobre el ruido de la vida, pero de tantos silencios uno se cansa. Es como el que repite mucho una comida y deja de gustarle o de darle esa sensación de "que ganas de comer de nuevo esto".
Tampoco soy partidario de mucho ruido, en demasía colapsa los sentidos y no es bueno. Llegar a un punto medio sería ideal, conseguirlo no es imposible pero si muy complicado.
De todos modos ando en un momento donde recibo mucho ruido por un costado y mucho silencio por otro costado...
A veces me dan ganas de darle al botón del OFF.
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