Es el tiempo que pasa y las palabras que tardan en aparecer, no por falta de ideas, por falta de pensamientos o por falta de algo, es porque el tiempo pasa.
Uno no se da cuenta y deja de contar cosas, bueno no, no deja de contarlas, simplemente deja de escribirlas. ¿Será que ya no me llena tanto?, no, no es eso, me llena igual, es solo el tiempo que pasa.
Pasa para escribir como pasa para todo lo demás, y así una vez más el año a pasado a una velocidad de vértigo. Y han pasado montones de cosas, desde las más insignificantes a las más importantes, pasando por las banales o las más profundas, sentidas, estúpidas o divertidas...
El tiempo pasa, nosotros también, nos miramos al espejo cada día, creemos no evolucionar y evolucionamos cada segundo, formamos parte de un algo que crece, y sin darnos cuenta creamos vidas, historias.
Este año se acaba, pero empieza otro que en esencia debería ser mejor para todos, más aventuras.
El tiempo seguirá pasando, los años también, pero lo que jamás pasará, es nuestra esencia, nuestra alma.
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