3 de abril de 2007

MIRANDO AL HORIZONTE.



Y su mirada tibia en el horizonte, buscando una señal, un cruce de caminos.
Caminando por un sendero perdido, por un espacio desigual y desequilibrado, donde los muros acechan a la espera de una guerrera de alma inquieta.
El camino no se acabó, todo más bien comienza de nuevo, las sensaciones y vivencias pasadas ya no son lo que significaban, siento aprender de ellas para no volver a mirar atrás y seguir mi camino paso a paso, sin prisa pero sin pausa...
La niña gitana caminaba así con su mirada perdida en el horizonte extrañando algo que parecía tener y al final solo fue un sueño. Pero los sueños se cumplen, así que sigue caminando...


Un saludo.
Andrés.

P.d. Dedicado a Helena Bendjama.

2 comentarios:

Pedro dijo...

¡Cuanto sentimiento! Una poesía caotica muy bella... ls más bellas siempre son las caóticas.

Anónimo dijo...

Un besikoooo
me alegro que todo este bien