9 de abril de 2007

SALIÓ SOLO POR LA PUERTA. (CUENTACUENTOS)


ERASE UNA VEZ un chico de barrio, de esos que cotidianamente ha convivido toda su vida en el mismo lugar. Un chico sencillo y con pocas alegrías, mas bien ha quebrantado la ley de la felicidad para dejarse llevar por su propia burbuja.

Pocas eran las veces que podía celebrar algo en multitud, con todos y cada uno de sus amigos y conocidos, pero siempre había alguna alegría que por un momento le sacaba de su burbuja y le gustaba compartir.

Recordaba el día en que hizo su primera sesión de DJ en un lugar importante, era un día mágico para él un sueño cumplido, pero que acabaría siendo realidad si lo compartía con toda esa gente estimada.
Avisó a todos sus más allegados amigos y conocidos del evento, y después de hacerlo con antelación suficiente llegó el gran día, tenía en mente sorprender a todo el mundo, a sus amigos que seguían sus desdichadas aventuras musicales. Todo se cumplió menos una cosa, hizo esa sesión, fue increíble, la gente le felicitó, hizo lleno todos los días que iba a pinchar, pero salió triste por la puerta al acabar y ver que ninguno de sus amigos había asistido.

El chico burbuja como a mi me gusta llamarlo es siempre bueno con todos, no ha faltado nunca una cita importante de ninguno de sus amigos.

Hace poco este chico triste por motivos que no vienen al cuento, se deshizo de un sueño para empezar otro mucho mejor, había conseguido un piso para el solo, después de tantas penurias en los años pasados, una casa era para él un símbolo de libertad, de comienzo, de esperanza, de alegría, de ilusiones nuevas que nuevamente quiso compartir y salir de su burbuja.
Quiso celebrarlo y avisó nuevamente a todo el mundo, con suficiente antelación.
Él estaba tan ilusionado que hasta se hizo una camiseta casera, esperanzado de poder lucirla con grandeza esa noche, es más tenía previsto hasta hacer un pequeño repertorio cantado.
Pero nuevamente se vio saliendo por la puerta solo, sin enseñar repertorio alguno y con la camiseta en un cubo de basura... Solo acudieron dos personas que se marcharon pronto.

Estos solo son dos ejemplos de como es tratado este chico cuando muy pocas veces tiene algo que compartir.
Pero este chico tiene algo bueno, aprendió a no sentir rencor, y explico esta historia simplemente para que miréis a vuestro alrededor y veáis que todo lo que os rodea y en este caso personas no son lo que parecen ser. Ya no hay rencores, pero tampoco existe ya la confianza....

¿Con quien celebrará la próxima alegría?
¿Es tan difícil ver que el chico necesitaba a su gente?
¿Porque la excusa de un cumpleaños de un desconocido es la excusa más usada?

No se... pero lo que si se, es que yo no fallaré en su próxima celebración...

Un saludo...
Andres.

P.d. Como siempre más en cuentacuentos, y dedicar este escrito a aquellos que dicen ser y autollamarse mis amigos. Para ellos de corazón, porque todos fallamos, y todos herimos, pero como no hay rencor, también se pueden curar las heridas pero no retomar la confianza perdida...

10 comentarios:

Carabiru dijo...

CReo que soy la primera!!!
Uff, describes algo que ya me ha pasado...
¿Lo bueno? descubres quién es amigo de verdad... ¿lo malo? hay descubrimientos que duelen...

Salu2

Anónimo dijo...

A mí me ha pasado, pero nada, sigo quedando y quedando, porque no hace falta darle vueltas, será cuestión de épocas, digo yo. Todo pasa, Andrés y el tiempo, aunque suene a topicazo, tiene (casi) todas las respuestas.
Por cierto, si yo hubiera estado en Barna sí que hubiera aparecido...te iba a salir Indie por las orejas :P

Anónimo dijo...

Yo croe que son rachas. La gente va y viene, inventa excusas, las olvida, aparece, desaparece... lo importante es tenerse a uno mismo, aprenderse donde está la puerta para salir y entrar de la burbuja y, sobre todo, nunca olvidar quienes son tus verdaderos amigos. Un besito.

Anónimo dijo...

killo, que lo importante es que ahora si tienes alguien con quien compartir tu vida, no?? y nos tienes a nosotros,al menos cuenta con tu mujercita un besazo corazón

tressa

Anónimo dijo...

y esta es la realidad que nos inunda cada día. Aquella que nos hace crecer, que nos hace fuerte y que nos enseña quien realmente merece la pena a tu lado.

El camino es duro, pero al final merece la pena, creeme. Siempre hay gente que la merece.

Me alegra que te gustara "mi cuento".
besines

Anónimo dijo...

Todos hemos tenido amigos que no eran tan amigos, amigos variables, que hoy te comen y mañana te olvidan, etc...
Estoy con lo que dice Sara, los amigos van y vienen por rachas, lo importante es no fallarse a uno mismo.
Me encantó tu historia de esta semana, porque de ella se aprende mucho. Besitos.

Óscar Sejas dijo...

Existen muchas personas que disfrutan más haciendo felices a los demás que siéndolo ellos mismos. Son personas que nunca fallan en los peores momentos, personas que hacen de paño de lágrimas y de columna cuando todo se derrumba. Lamentablemente cuando esas personas necesitan ayuda muy pocos se acuerdan de ir a visitarlos, de apoyarlos...

Como decía aquella canción de Ismael Serrano, "hay gente que nace en sábanas de seda y otros, que quieres nacen para ser trapos"

Me gustó tu historia, me recordó asuntos pendientes y olvidados.

Un saludo

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu relato. Describes cosas que casi todo el mundo ha vivido en sus carnes...pero lo haces de una forma elegante y que deja hueco a "la sonrisa". No me he explicado pero...lo importante es decirte que me voy de tu espacio con una buena reflexion. Yo tambien ire a la proxima llamada del chico burbuja. Como dice Jara...lo que no te mata te hace fuerte. Te sigo leyendo. Un beso.

alguien dijo...

Nuevamente no sé la parte de vivencias y de ficción que existe en esta historia, y no voy a decir algo tan obvio como que es triste, porque salta a la vista. Yo no sé alejarme del rencor, no sé olvidar fácilmente, pero a lo mejor es una lección que todos podemos aprender. Hay cosas peores, no se acaba el mundo. Podemos seguir, ¿no?
Un abrazo, hasta otra!

Anónimo dijo...

Tarde, como siempre ultimamente :s, pero llegar llego y a tiempo de leer una magnífico relato que refleja una experiencia que no me es desconocida pero que se supera con dosis de orgullo y esperanza en que el concepto de amistad existe y no es ninguna utopía. Es un palo el que recibe el protagonista tras la ilusión que pone mas que en lo que hace, en poder compartirlo, pero que cuando llega el momento es inmensa la alegría acumulada!
Suele pasar que en detrimento de quien acude se piense mas en quien no acudió. Pero como dice Brian la vida sigue y en ella gente que no falla, son los amigos.
Un abrazo!