3 de septiembre de 2011

Café de verano.

El viento no tiene palabras de frío por el momento, arden los aros del sol en nuestras mentes que friéndose a velocidades vertiginosas dejan nuestro cuerpo y alma empapado en sudor.
En ese momento tostadora es cuando tus chips sueltan chispas y tus pensamientos se corrompen, como una memoria descolocada, como perder el orden de las cosas, como un televisor en una bañera.
Ya solo queda lo de siempre, la cumbre de la cúspide, el último pensamiento, el último sentimiento, el caos absoluto en la mente que te dice...

"Me siento en soledad aconpañándote hacia ninguna parte".


Lo quería con hielo, pero al final pidió café solo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho