5 de mayo de 2012

A un lugar mejor.

Yo, en la escalera parado pensando, mirando atrás, el tiempo retando. Matando el tiempo en si merece la pena seguir de frente o en su defecto hacia arriba, mirando la cima. Y en el aire un reloj infinito de tiempos inexactos que circula a mi alrededor haciendo mi pellejo cada vez más anciano y arrugado. Mi cerebro piensa, da vueltas, siempre las justas.

Me pongo de nuevo en camino, aunque empieza a ser necesaria en este relato, en esta parte, la construcción de una barandilla para poder apoyarme en ella.

-Mira, ya se ve un punto de luz en la oscuridad, allí a lo lejos.

Y conforme la luz se hace cegadora el miedo del camino se hace innecesario, abro la puerta y paso a un lugar mejor.


1 comentario:

Elly dijo...

Eso solo pasa tras la muerte. Y lástima de aquel que quiera llegar antes de tiempo.

;)