Hoy en un fondo de Jan Johansson me he acordado de ti, más en estos últimos días que se que has sufrido y estás luchando. Espero que hayas aprendido a no refiarte más de los coches.
Pero no solo hoy pienso en ti, o estos días, aunque no te haya visto en mucho tiempo, siempre pienso en ti, más de lo que te pudieras imaginar, ¿te acuerdas como nos conocimos? Yo creo que el destino nos tenía preparada esa jugada, a ti y a mi, como prueba y creo que ambos las superamos con creces, yo te dejé con la mejor persona del mundo y mi amigo se quedó con el mejor perro del mundo. Resultado, atracción mutua y pareja inseparable. Es lo que más me gusta de esta historia, que tu no eras para mi, estabas hecho para él y mi intuición humana no se equivocó.
Se que siempre me lo has agradecido con creces (que te salvara el pellejo), no me quejo, se que no te olvidas de esa noche mágica en la que ambos nos cruzamos en la calle, tu primer saludo simpático, con las orejas en alza, moviendo la poca cola que te queda. Eso si, desde una distancia prudente, tanteando el terreno como diciéndome "lo siento chico pero ya me han pateado suficiente el trasero". Pero querido Gori, tuve que dar el paso y romper tu barrera y se que hice bien aunque en ese momento a ti no te gustó mucho, dejaste de saludarme, tus orejas se cayeron y lo que te queda de cola se vino para abajo tapando tu culete, después te quedaste encogido en la acera a la espera de lo peor. Y ahí Gori fue cuando te cogí, estabas temblando como nunca he visto temblar a un animal, te dije ¿pero que te han hecho tío? y ya no recibí respuesta más que la de tus lloros asustadizos.
Entonces empezó la prueba de Dios, el destino o de quien quiera que fuese quien nos probase. Te abracé fuerte para darte calor y tu no te soltaste, te gustó sentir que alguien te protegía. La verdad no sabía que hacer contigo, te quería llevar conmigo pero eso no podía ser, así que lo mejor era que te dejara en un lugar seguro y conocía un parque cerca de mi casa, muy grande, tanto como para que pudieras vivir allí tranquilamente, pero luego pensé en tu soledad, en tu alimentación y seguidamente en tu muerte (menos mal que no hice eso).
Y entonces mi cabeza que estaba absorta en ti, se le encendió una bombilla inesperada y es que querido Gori justamente esa noche había hablado con tu papá sobre perros, sobre que le gustaría tener uno y eso me hizo llamarle, era la persona ideal para ti, así lo pensé entonces y así lo sigo pensando ahora.
Las 4 de la madrugada si no recuerdo mal, mi sino era ir y venir de la casa de tu papá tantas veces al día que ya no se me hacía difícil la media hora de caminata para un lado y la otra media hora de caminata para el otro lado. Así que después de hablar con él, te cogí para que fueras cómodo sobre mi y por el camino te iba hablando, te hablaba de las virtudes de tu papá, de lo bueno que serían contigo, que yo te iría a visitar y es que Gori, aunque últimamente no nos hemos visto hemos vivido aventuras y desventuras juntos, unas cuantas diría yo. La que más resuena en mi cabeza fue el fin de año que tú y yo pasamos a solas junto a una buena botella de vino o cuando Uka se presentó en tu vida por primera y última vez entre otras grandes hazañas (la que más me gusta es tu pulcritud a la hora de hacer caca, culo arriba, hazaña donde las haya). Poco a poco mientras caminaba a paso tranquilo (como suele ser habitual en mi) te ibas relajando y dejaste de temblar, yo seguía hablándote a la oreja y posabas tu cabeza en mi hombro con tus patas entre mi cuello.
Así que finalmente para ti empezaría una nueva vida, con un papá perfecto, el que a lo largo de todos estos años te ha cuidado con mimo y esmero, eso si, con ayuda de personas que también te han querido y de las cuales creo que no acabaría de nombrar.
Hemos tenido suerte Gori, tu encontrando una nueva vida y yo encontrando a trompicones la mía contigo en mi camino durante mucho tiempo, la gran suerte de compartir papa y amigo.
Pase lo que pase, para mi siempre serás infinito. Eso si, sigue luchando compañero de batallas.
Saludos.
Mundoyás.
P.d. Aunque no hace falta decirlo, dedicado a Gori, a Paolo y a todas esas personas que le habéis cuidado tanto y durante tanto tiempo. Gracias.
3 comentarios:
Una historia más que preciosa. Yo tengo unas gatas, dos, mis ojitos (una el derecho y otra el izquierdo -porque no hago distinción-) y quiero pensar que las salvé de una muerte prematura cuando aún eran cachorritas. No pude deshacerme de ellas y ahora me recompensan enormemente con sus pequeños gestos de venir a lamer mis lágrimas si estoy viendo una película triste, o cómo me protestan cuando les digo que no pueden hacer algo...
Dan vida. Igual que la que ha dado Gori, supongo.
¡Un saludo!
Me hiciste llorar...No hay amora mas puro que el de los animales.
Me gusta la vida de Gori...solo los que hemos recibido patadas sabemos apreciar que nos abrace un buen tío y nos hablen en la oreja . Tuvo su momento perfecto para encontrar las personas que le estaban destinadas. Todos estabais en el kit que le correspondía. Me alegro por vuestro encuentro y por el respeto y amor que deja.
Eres un un hombre bueno...y yo me siento feliz por haber estado aquella noche en la ventana. Te abrazo con fuerza. Gloria3806
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