El amor, ese tema tan extenso, tanto, que diría que es infinito en palabras y pensamientos, en formas de ver pero sobretodo de sentir. Es tan infinito que a veces el silencio es la mejor elección.
Esas cientos de miles de preguntas que nos hacemos al largo de nuestra vida que un solo suspiro soluciona, una mirada o una sonrisa, señales sin más.
El otro día iba rondando por mi cabeza pensamientos sobre las veces que he estado enamorado, después de darle las vueltas suficientes y justas llegué a la determinación de que mis conclusiones anteriores sobre las veces que me había sentido enamorado eran erróneas. Algo así como un cuento con un final erróneo aunque ya escrito.
Amor hay de muchos tipos, pero yo me refiero al que deseas sentir y dispensar a una persona en concreto con la que compartir más allá de una amistad.
En definitiva, estuve enamorado una vez y no aproveché mi oportunidad o simplemente era el momento equivocado, no estaba preparado, para poder amar hay que amarse primero a uno mismo y si de algo estoy seguro es que en aquel momento de mi vida yo no me quería demasiado, aunque se guarda buen recuerdo en el baúl de nuestra alma. Y esa es la contradicción, ¿no se puede estar enamorado si no te quieres a ti mismo? La lógica indica que no, el alma dice todo lo contrario, la lógica usa las palabras, el alma el silencio. Elijo el silencio...
Sabéis una cosa, el tiempo corre, las personas cambian, evolucionan y se acaban queriendo a si mismos. Y ese es mi presente, me quiero a mi mismo y creo estar enamorado por segunda vez, tiene sus contradicciones también, pero shhhhhh....
El silencio siempre gana en el infinito mundo del amor...
Saludos.
1 comentario:
Precioso. El amor siempre acaba sacando las mejores palabras, para bien o para mal, pero siempre las mejores. Mis enamoramientos son frugales, normalmente no correspondidos, pero eso es lo de menos, lo de más es ese silencio del que hablas, ese es el que importa. Un saludo
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