5 de julio de 2014

¿Viernes de mierda?

Son las 7:07 de la mañana, hace unos minutos que he entrado por la puerta de casa dispuesto a irme a dormir pero he sentido la necesidad imperiosa de contar como a transcurrido este viernes surrealista.

Lo voy a resumir de modo particular y sincero, tal como lo he sentido, unos lo entenderán, otros no tanto pero ahí queda, siempre dando margen a la duda, al misterio, al que narices dice este hombre.
No está de más decir que llevo unas copas de más (necesarias en un día como hoy) pero cuerdo y lúcido como nunca.

VIERNES:

Nueve de la mañana, mierda el despertador, hay que ir a trabajar, me desnudo y me meto en la ducha resignado, greñas y barbas a remojo. No desayuno, costumbre de cada mañana, me lavo los dientes, me visto de cualquier manera como cada mañana y salgo por la puerta de casa.
Son las diez de la mañana, la parada de autobús parece una competición de posicionamiento, llega el bus, H12 y la gente se replega como si la vida les fuera en ello, suben a por un asiento cuando el bus va vacío. Cojo asiento, miro el facebook, miro el apalabrados, conecto mis cascos y escucho a Jurassic 5.

Son las 10:35, primer cigarro llegando al trabajo, si no hay cola también un café, no hay cola. El pulso se acelera, un poco de ansiedad matutina.
Las 10:45 y entrando por la puerta del trabajo siento el ambientazo.
Un día entero de curro por delante, la mañana larga y movida, antes de irme a comer a las 15:00 las lineas de cercanías de Barcelona se van a tomar por culo, viernes de mierda.

Son las tres de la tarde, me voy a comer, voy al Carrefour, no hay nada potable, voy al Enrique Tomás, no hay bocadillos, me voy al Macdonals, Mcmenú y tirando millas.

son las 15:30 voy a por tabaco y me voy al chiringo de los cafés, me dan un café interminable, me reuno con Eli y Sonia, 15 minutos de risas.

Son las cuatro, vuelta al curro, siguen los problemacos en Cercanías, mierda de mierda de mierda de mierda de mierda de viernes.
Son las ocho de la tarde, me voy con más de 100 llamadas en cuatro horas, voy con Eli hasta el metro y de ahí me despido de ella, se va de vacaciones, voy corriendo a casa.

Son las nueve de la noche, llego a casa, me desnudo, me meto en la ducha, me intento arreglar la barba, no lo consigo, me afeito todo, me visto y vuelvo a salir de casa, todo esto a la velocidad de las películas de Charles Chaplin y con la banda sonora de Benny Hill.

Las 21:45, salgo de casa, voy camino de la cena de compañeros de trabajo, me escribe alguien que no me espero, me alegra bastante el viernes de mierda. Cerca del restaurante, voy a un cajero, entro y un indigente me dice que su dormitorio es un asador y le digo que en invierno no se puede quejar y que en mi casa hace mucha más calor (doy fe de ello) y me despido del indigente deseándole una buena y tranquila noche. Me encuentro a con los compis buenos a la salida del cajero.

La cena de compañeros.... Con unos muy bien, con otros no tanto, con otros nada de nada. Con una mezcla así no se puede....

A partir de aqui y sin mencionar horas....

Rubia come rápido, Los filósofos filosofan, Alex a su puta bola con la fideuá, rubia se guarda billete de 20, la flaca mira mal mientras reímos como descosidos, Maite en su salsa, le molestan un poco las alturas, fumo más de la cuenta, necesito alcohol, me hacen caminar lo indecible, bebo por fin, rubia tiene una sonrisa espectacular, intento mover las caderas como ella, no puedo, la rastas está de buena onda, Carolina llama, me voy, me hacen un sándwich para que no me vaya, invito a la rastas a venir, no viene, me despido amablemente, me voy, taxi, me lleva a universidad, no era universidad, era Urquinaona, llego, espero, envío mensajes, aparece un chino o japones, se llama Chung-gu, me habla en inglés, la tartaja ayuda a comunicarme mientras espero, quiere indicaciones, se las doy, se sienta a mi lado, me cuenta sus viajes, hablamos de la vida, del amor y del presente, le caigo bien, me hace escribir en su diario, que gran idea, un diario de viaje donde escriben otros, hacía tiempazo que no hablaba ingles de una forma más o menos fluida, Carolina llega con Maika y Mireia, me despido de Chung-gu, hola que tal, me llamo Andrés, hola soy Mireia, ¿donde vamos?, mierda no, mierda no, necesito más, finalmente cutrebar del quince, mucha energía desprenden la chicas, las mejores gentes del barrio allí dentro, mi compañía son unos cañones, al principio me cuesta, al poco me adapto, piso el lavabo un par de veces como el par de Rones con cola que me tomo, imbécil me toca la moral, me dice que bailo como una maricona, no me ofende por lo que dice, pero me lo estoy pasando bien de verdad y no quiero interrupciones, es un retaco, me lo podría merendar, no me apetece, le invito a marcharse amable y educadamente, como a mi no me hace caso, le hace caso a mis bombones ( que grandes ), bailes, risas, más baile y más risas, emanan una energía fuera de lo normal, me impresionan, me gusta, sigo fumando demasiado para mi gusto, a él le despiertan con una llamada matutina, a mi nunca me han despertado así, me ha parecido romántico. Adiós Maika, adiós Mireia, un placer enorme conocerte, caminar, charla, caminar, pasar por donde horas antes, que vueltón, más caminar, más charla, adiós Carolina, te quiero me dice, yo también a ti, hola taxista, lléveme a mi casa...

Y subiendo por el ascensor me he dicho, esto tengo que escribirlo y publicarlo tal cual, con faltas incluidas (disculpad la ortografía).

Son las 8:02 del sábado, buenos días a los madrugadores, yo me voy a dormir.


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